La capacitación de empleados es esencial para el desarrollo de habilidades, la mejora del rendimiento y la adaptación al cambio en una organización. Proporciona a los empleados las competencias necesarias, fomenta la innovación, mejora la moral y la retención de empleados, reduce errores y riesgos, y promueve el crecimiento profesional. Además, garantiza el cumplimiento normativo, impulsa la competitividad, facilita la adopción de nuevas tecnologías y desarrolla líderes. En última instancia, crea una cultura de aprendizaje que beneficia tanto a los individuos como a la organización en su conjunto.